Respeto de los ritmos y necesidades básicas

Sólo cuando te sientes física y emocionalmente seguro, saciado y descansado, y en la compañía deseada, eres capaz de focalizar tu atención y generar aprendizaje.

Por eso, nuestro principal objetivo es satisfacer las necesidades fisiológicas, emocionales, sociales, cognitivas y de seguridad de los niños y niñas con los que convivimos.

Dentro del espacio no tendremos prisa por acabar los juegos, terminar de comer o asearnos. Acompañaremos su ritmo infantil disfrutando de cada tarea en la que nos embarquemos.

Además, entendemos que el ritmo de aprendizaje de cada uno es diferente y que forzar hitos sólo puede llevarnos a la frustración y el rechazo.

En Tierra Lala dejamos que las cosas pasen, les damos tiempo para crecer.

Aprendizaje vivencial basado en el juego espontáneo y la libertad de movimiento

El juego es la tarea de la infancia. Es su manera de comprender el mundo, construir soluciones, relacionarse e interactuar con los demás.

En nuestro espacio los niños y las niñas podrán decidir si jugar o descansar, si viajar de la mano de un cuento o imaginar y comprender mejor el mundo que les rodea a través del juego simbólico. Quizá prefieran repetir una y otra vez esa minuciosa tarea que requiere concentración o ¿por qué no? ¡liberar energía en alguno de nuestros circuitos!

Ellos eligen cómo, cuándo y con quién, respetando siempre los límites y las normas por las que nos regimos: RESPETO Y CUIDADO DE UNO MISMO, DE LOS OTROS, DEL ENTORNO Y DEL MATERIAL COMÚN.

Vínculo afectivo de calidad con las acompañantes y los niños y niñas que conviven en el espacio

El cariño es el ingrediente estrella para alimentar el alma.

Consideramos primordial proporcionar un clima afectivo que se base en la confianza, el respeto y el amor, para garantizar que se establezca un vínculo seguro con las acompañantes.

En Tierra Lala nos abrazamos, nos besamos y nos cuidamos los unos a los otros, así aprendemos a desarrollar la empatía y creamos relaciones sanas entre iguales.

Nos gusta, además, trabajar con grupos reducidos para que la atención personalizada sea una realidad.

Ambiente preparado, seguro y acogedor

Queremos que este espacio sea para vosotros lo que es para nosotras. Un segundo hogar. Por eso cuidamos los detalles y contamos con un entorno preparado, libre de sobre estímulos y con materiales cuidadosamente seleccionados que inviten a la experimentación.

De esta forma, los niños y niñas aprenderán de manera autónoma, desde la curiosidad, la emoción y el entusiasmo.

Experiencias diarias al aire libre

“Raíces” es la esencia de Tierra Lala.

En el jardín conectamos con la naturaleza, cuidamos juntos de los animales que viven en él y cultivamos nuestro huerto.

Los días de lluvia no nos impiden salir a jugar. Bien equipados, aprovechamos para aprender sobre el clima y sobre todo ¡para saltar en los charcos!

Autonomía, aceptación y autoestima

Sólo si eres libre en tus elecciones, serás responsable de las consecuencias.

Animamos a los más pequeños a elegir caminos, sin predisposiciones, para construir bases sólidas que les ayuden más adelante a crear su identidad y pensar de manera crítica. Evitamos intervenir excesivamente, permitiéndoles actuar por su propia iniciativa e interés, satisfaciendo su constante interés por el mundo que les rodea.

Para un buen desarrollo de la autoestima, ofrecemos un acompañamiento sin expectativas ni juicios.

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